En pasado viernes 25 de septiembre a las 11.48 en Nueva York se oía un aplauso largo. Las Naciones Unidas con todos sus estados miembros acababa de aprobar por unanimidad la resolución titulada Transformar nuestro mundo: la agenda 2030 para un mundo sostenible.
Para permitirnos avanzar como humanidad nos hemos puesto 17 objetivos, 17 sueños nacidos del anhelo de hacer de este nuestro mundo un lugar sostenible, menos desigual y para acabar con la pobreza en todos sus sentidos. El Papa tuvo una intervención histórica ante una cumbre y un mundo falto de liderazgos proféticos “La exclusión económica y social es una absoluta negación de la fraternidad entre los hombres y una gran ofensa contra los derechos humanos y el medio ambiente” dijo ante 193 líderes mundiales y ante el mundo entero.
La Agenda de Desarrollo Sostenible hasta 2030 con sus 17 objetivos es para todos los países y para todas las personas, ya no se entiende un mundo dividido norte-sur, los polos de poder han cambiado, el norte y el sur están en ambos lados del hemisferio.
Los cristianos creemos en un Dios encarnado, que actúa en la historia, por lo que nos debería ser difícil separar la fe de la política entendiéndola desde la actividad en lo público, en lo que es de todos y todas. Estos 17 sueños, utopías, retos u objetivos son nuestros en cuanto son una llamada al cuidado de esta nuestra casa común y de todo la humanidad.
Somos nosotros en nuestros actos del día a día en un mundo global e interconectado, y son a nuestros gobiernos y a las empresas a las que tenemos que exigir como ciudadanía que aunque es tarde para muchos de nuestros hermanos, es la hora.
Shakira puso la nota musical a ese 25 de septiembre, día histórico para la humanidad, versionó el Imagine de Lennon. En un tweet alguien lanzó ¿Es posible o un mundo mejor solo está en la imaginación? La historia y las siguientes generaciones nos dirán.